
Rincón Turquesa
La inspiración viene del silencio, de los paréntesis, de los espacios vacíos, del descanso, que como espacio fértil permite brotar lo nuevo de la tierra hollada y revuelta…
Las musas, ladinas y escurridizas, no responden a las preguntas intencionadas, presentándose a deshoras por sorpresa, y aunque yo me ofrezco a menudo para ser cauce de su chispa, no siempre eligen mi pincel ni mis versos como canal de sus caprichos.
Sin embargo es cierto que sólo trabajando la mano vuelve a su giro, el trazo encuentra su cauce y el agua corre de nuevo el camino que nunca devió de olvidar.
En este tiempo vacío, en el que he descubierto a menudo a la víctima y su verdugo al mirarme al espejo, rescato la fé en la autorregulación, en la espera y en el trabajo, que como cincel silencioso va dando forma a la piedra.
El agua ha vuelto a correr, buscando caminos, y de nuevo me he maravillado al sentir su baile con los pigmentos, su empuje incontrolable y la indómita sensación de cabalgarla…
Esta acuarela está realizada a partir de una fotografía de mi amigo Nicolás Navarro. Bicorp, Xarco de los Picantes.



